Solo
sus ojos me quitan las penas. Lo he dicho muchas veces, lo sé, y mis amigas a
veces se han reído de mí por repetirlo tan a menudo, pero es verdad, creedme.
Cuando abre los ojos y me mira me siento total y plenamente feliz.
No
he tenido una vida fácil, por qué no admitirlo, pero no pienso en eso cuando
estoy con él. Y es así desde el primer día, ese momento extraordinario que
marca la diferencia en un existencia como otra cualquiera, la mía.
Nunca
he hecho nada especialmente reseñable, al menos nada que no haya hecho
cualquier otra mujer en mis mismas circunstancias, aunque me hubiera gustado,
pero él…
Le
arrullo entre mis brazos, como durante nueve meses lo albergué en mi vientre.
No quiero que tenga frío, pero sobre todo no quiero que tenga miedo. Es tan pequeño…
Pierdo
la noción del tiempo mientras observo el contorno de su pequeño rostro y pienso
que casi no me he dado cuenta de lo deprisa que ha crecido. Hace apenas dos
meses cumplió tres años, los tres mejores años de mi vida.
Respira
pausadamente. Ha conseguido dormirse por fin. Sé que solo cuando lo recuesto
sobre mi pecho, le rodeo con mis brazos y le susurro al oído la misma melodía
de cada noche, se tranquiliza y deja de llorar.
Le
acaricio ese pelo negro y enroscado que tanto me gusta. Casi el mismo con el
que nació. ¡Cuánto pelo tenía! Tan oscuro como sus ojos. Mi pequeño es perfecto
entre mis manos y me siento orgullosa de haber sido capaz de engendrar algo
así. De nada me siento tan orgullosa.
No
quiero que note que tiemblo. Ni quiero que sienta que estoy aterrada. Por eso
sigo susurrando la canción que mi madre grabó en mi memoria cuando me protegía
como solo una madre sabe hacer. Necesito que él se sienta tan seguro como yo
entonces.
Durante
muchos días he estado prometiéndole que vamos a un lugar muy bonito, que verá
cosas preciosas, como las que alguna vez ha visto por televisión. Ayer mismo me
preguntó si allí donde vamos también podrá jugar a la pelota y le he dicho que
sí, que podrá jugar a lo que quiera, comer lo que quiera… Todo es mejor allí a
donde vamos.
Todo
se mueve bajo nuestros cuerpos y le aprieto más fuerte contra mí. Susurro la
canción con más fuerza, por su miedo y por el mío.
Nunca
jamás podré querer tanto. Nunca. Mi niño… Quiero una vida mejor para ti porque
algo tan hermoso merece una vida mejor solo por haber nacido.
La
humedad lo moja todo y el terror se convierte en vacío. Y mis brazos no me
responden y mi niño ya no está conmigo. Le oigo llorar de nuevo y quiero
aferrarlo a mí. Quiero seguir cantándole su canción al oído, pero su llanto se
hace pequeño hasta que deja de ser…
Muero
antes de morir, porque mi alma se parte, se quiebra, se hunde en el abismo del
fracaso. No he sido capaz de protegerle, no he podido darle lo que le prometí.
Mi
niño… Me dejo morir, aunque la muerte ya me llevó cuando la oscuridad me
arrebató esos ojos que le daban sentido a todo.
Mi
niño será una foto en todos los informativos, una foto que puede provocar
muchas lágrimas… Unas lágrimas que serán como el agua del mar que me quitó las
esperanzas, las ilusiones, que me quitó a mi niño…
Soy…
bueno, mejor dicho fui una mujer como otra cualquiera, nacida en el lugar
equivocado quizás… Quise a mi hijo tanto, tanto, que hice todo lo que estuvo en
mi mano por darle la vida que estaba convencida que tanto merecía.
Mi niño era
un ser inmenso y extraordinario, como tu niño… como el niño de cualquiera.
Pero
ahora mi niño solo es una foto que hace llorar, y yo soy una más. Fracasé
porque quise alcanzar lo que otros tienen… o no fracasé, simplemente viví en un
mundo que alguien no supo hacer bien.
P.D.: Mientras seguimos viviendo nuestras vidas, otros dejan de vivirlas sin que tan siquiera quede una foto que nos rompa el corazón, como esta me lo ha roto a mí.
No me gusta hacerlo, pero he utilizado esta fotografía, que no es mía, porque... Porque ese niño era para su madre como mis niños son para mí, los tuyos son para ti... Y esta foto me ha hecho pensar en todas esas madres que no han podido salvar a sus niños... Todas esas madres a las que no les hemos dado la posibilidad de salvar a sus niños...
No hay comentarios:
Publicar un comentario